Time of our Lives

Ahora descansas.
Todo fue muy injusto, nadie merece morir así. Pero tú siempre, hasta el último, tuviste una valentía increíble.
Y ahora por fin entiendo todo.
Nos preparaste poco a poco a todos para que tu partida no fuese tan dolorosa. Siempre supiste que te ibas, que tu cuerpo no iba de la mano con tu alma, con tus ganas de vivir, con tus derroches de alegría. A lo mejor mi Papá y nosotros nos demoramos un poco más en aceptarlo, y estoy convencido de que se nos hará muy difícil superarlo.
¡Pero te fuiste cuando empezábamos a ser tan buenos amigos!... cuando ya yo me iba a encargar de engreírte, de retribuir todo lo que habías hecho por mí. Cuando te admiraba cada día más.
Me muero de la pena cuando pienso que no voy a poder seguir aprendiendo de tí. Que se acabó, que eres sólo un recuerdo. Que ya no te voy a poder oler más. Que ya no vas a venir a escondidas en la mañana a despertarme con besitos, mientras yo te reniego pero por dentro sonrío.
Felizmente tengo mucha paz.
Siempre estuve contigo. Siempre estaré contigo.