Time of our Lives

Diego, vénganse aquí para los previos, tengo un ron buenaso.
Así empezó mi noche, después de casi cancelarla por un ataque compulsivo de suicidegirlness. Yukio (Imperial March ringtone) se fue a un cumple torturador del que está por contar y yo me quedé solo en su departamento, esperando a que vengan este par de peruanos, uno ya amigo mío y el otro aún por conocer. Diego y yo siempre fuimos de esos trujillanos (sí, porque lo es, contra su consentimiento y aunque su familia no sea de allá) que no encajábamos en el tranquilo balance de la vida aldeana. El chico y yo estábamos en los dos colegios de "la gente", lo cual implicaba que indefectiblemente teníamos que ser amigos y conocernos y salir juntos y tener a los mismos amigos en común. Igual, decía que ninguno encajaba, y bueno, mi historia es ya medio conocida para los pocos que leen mi blog, y para los nuevos, bueno es más o menos la historia de un chico que vivió hasta los diecisiete años torturado por sentirse gay en una ciudad sin historias ni chicos para dar, un huevón que odiaba todo y lo único que quería era irse y huir de sus problemas para poder sentir que realmente podía llegar a pertenecer a algo. Y Diego era el chico medio dark, que escuchaba música que distaba mucho de la tropicalada imperante, que odiaba el hecho de ser limeñito y vivir en una ciudad de provincia, y que lo único que esperaba era terminar el cole e irse a Lima a hablar y vivir como limeño. Bueno, Diego se vino a hacer un intercambio a la Austral, y aquí hablamos y quedamos en salir y terminó viniendo con un amigo suyo limeño también, en realidad insoportablemente limeño para mi gusto, osea manyas?, y nada vinieron y nos tomamos un ron peruano de los buenos que para nosotros en tan necesario como para muchos argentinos es necesario un buen fernet. Fue muy gracioso todo, porque terminamos fumando un troncho (porro señores) después de ambos descubrir con el estupor pacato de provincia que le entrábamos a sustancias ilegales, un tema del cual hay filosofía detrás y que se resume en "las cosas se hacen pero no se dicen". Llegaron luego tres chicas que viven con ellos en la pensión para estudiantes extranjeros, una gringa así bien midwest, otra judía neoyorquina de padres de Israel y una argentina de Bahía White, porque Yukio me dijo que me toque la bola izquierda si se dice ese nombre porque no se deben de decir esas cosas, son de mala suerte. Aquí les dejo una foto de ella:


Y sigo, y este post está enorme y bueno, aguántenselo. La cosa es que llamé a la diosa Gugú y con todo y nuestra Ashley Simpson mejorada y sudamericana terminamos bien a lo GúVIP en Mint. Ahora me toca decir algo que realmente es necesario, para así reafirmar mis shallow convicciones. Amo Buenos Aires, es un placer salir a un sitio y ver tanta gente linda, es un placer estar en un lugar en el que no tienes que esquivar a la gente fea, como en mi querido Perú, y simplemente porque no hay, no existen, el 90% de chicos y chicas están lindos y de mi edad y con toda esa onda porteña que hizo que yo me enamorara de esta ciudad.
Ahora viene el por qué del título. Sí, terminé agarrándome a Ashley. Fui muy bizarro todo, fue talvez el hecho de que yo estaba playing it straight, porque por más Diego y amigo y todo todavía no se pueden saber algunas cosas sobre mí, pero bueno, terminé imponiéndome sobre mis rivales y me llevé a la chica que todos querían y la verdad es que la pasé muy bien, como que por un momento me olvidé del mundo y me gustaba que fuese tan chiquita y tan linda y tan ojos azules. Igual no podía evitar seguir mirando a todos los niñitos bien tan bonitos y confundiditos. ¿Me la gané porque a algunas chicas les gustan los chicos equivocados? Digo, muchas siempre terminan fijándose en el confundido y su sensibilidad, ¿o no?.
Y la vida da vueltas, las perras gringas feas terminaron llevándose a mi niña de la noche a las cinco de la mañana... me quedé ahí, con los chicos, conversando con Gú y conociendo su odio a las peruanas cholas que la hicieron pasar tantos malos ratos en Colorado. Llegó la hora de irnos y como siempre, una vez más, por más ciudad de la furia y cambio de vida y de lugar, y aunque el tema no de más y you stop whining please...





soy y estoy solo.