3.02.2006
Desde Buenos Aires
Estoy en Buenos Aires. Muerto de calor.
Llegué el domingo en la mañana, luego de más de 20 horas de viajecito en total.
El sábado en Dallas estábamos a -5°C, en una tormenta invernal feroz que casi hace cerrar el aeropuerto de Houston. Si lo cerraban me pegaba un tiro, me quedaba sin conexión y me quedaba tirado un día más por allá.
Llegué a Ezeiza, paso a migraciones, y tres filas, argentinos, extranjeros, Mercosur. Las dos primeras reventando, la tercera, vacía. Gracias Dios.
Igual, siempre me pasa que en todos los viajes mis maletas salieron al último.
Me esperaban Yukio y su papá, lo máximo los dos, y nos fuimos para Palermo.
Que calor. Almorzamos parrilla, y dormí mil horas.
Hablé con Pablo y Repa y Pato y al final quedamos en encontramos en un restaurante oriental. Ahí estaba además el gran Mr. John Steed, muerto de la emoción por finalmente conocerme.
Terminamos en lo de Andy, la pasé muy bien. Gracias chicos, me hicieron pasar un momento de puta madre, por más incorrecciones políticas al destruir a la ídolo de Johnito.
Y ayer almorcé con la gran Gugú y sólo voy a decir que es una diosa.
Y bueno, lo de arriba fue escrito el martes de la semana pasada, y ese día salí con los chicos y conocí a Puch y a Willito, en realidad, casi todos menos Gugú conocimos a Willito esa noche? es tan tierno, nos mató. Nos tomamos unos tragos, Steed me hizo mierda con la remera poderosa que yo sé se muere de ganas de tener. También nos enseñó toda la parafernalia calaverística: Steed, sos muy copado. Toda la noche estuvo muy buena.
Igual, no todo es perfecto. El miércoles caí hecho mierda por los cambios de temperatura y el clima de mierda de Buenos Aires, me dio una amigdalitis crónica que me tumbó hasta el domingo y que me hizo ir al médico dos veces. Lo bueno, porque uno siempre le tiene que sacar lo bueno a las cosas malas, es que he bajado trescientos kilos más y eso en la capital latinoamericana de la anorexia y la bulimia y la gente flaca está buenísimo.
Osea que en realidad la segunda mitad de la semana pasada fue para el olvido.
Mi semana siguió en el consulado peruano el martes, obviamente atendido en la salita del costado por una secretaria instruida específicamente para que me tramite todo lo que yo necesité tramitar. El que puede puede, y el que no aplaude. Igual, fue un momento muy emocionante porque me sentí en mi país por unas horas, en medio de la calle Florida.
Y ayer tuve una entrevista de trabajo para unas cosas en inglés, y fue muy gracioso que mi inglés fuese mejor que el de la entrevistadora. A veces no le entendía a la pobre, pero bueno. Necesito empezar a trabajar YA.
Llegó la tarde y era hora de ir a Iuchiu. Porque así es en Argentina, Iuchiu.
El recital estuvo bueno, considerando que es el primero más o menos grande al que voy. Las entradas que conseguí para Cos y yo estaban medio en el culo de todo, súper bajón, pero como buen peruano conseguí terminar en platea baja saltando casi al lado del escenario.
Bono, que te den el Nobel y que te dejes de joder de una vez con la conciencia social, pero eso sí, se me cayeron mal al emocionarme con Where the Streets Have No Name y poner hasta la bandera de Nicaragua (¿?) y que la Peruana brille por su ausencia. Para variar, sentí que mi país se sigue jugando los descuentos para entrar al cuarto mundo.
Igual Yukio siente que el recital estuvo para el pedo, pero a mi me emocionó y me pareció de puta madre.
Eso es lo que pasó mas o menos hasta ahora, con el añadido de que apareció un puto de provincia (Repa dixit) que encaja en todo el prototipo del los chicos con los que he estado; a saber: es de los engañados (lleva saliendo con chicos menos de un año), está más metido en el closet que yo, me lleva unos años, es narizón, medio tontito.
Pero me gusta.
Igual, que vengan cosas mejores, estoy operativo de nuevo.
Al respecto del puto de provincia, te diría que yo prefiero la denominación "puto del interior", me conecta más con la tierra, con la tierra que es Soberanamente Justa. (iustissima tellus). Los remito a un antiguo post que modestamente le dediqué:
arty: peque?as delicias de la vida conyugal
Abrazo.
Pero que esa remera era jodida MAL. Muy. Por Dios, seguramente querría tenerla para disfrazarme de yankee wannabe con ropa de diseñador italiano de 2º. Ahí podría pedirte que me la regales.
a veces te extraño mas en la playa!
muere es mentira ni te creas!
beso
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