Time of our Lives

Porque no es el Tradicional Festival de Marinera de Trujillo, simplemente es La Marinera. Claro, durante más de un mes en mi aldea no se habla de otra cosa.
La Marinera es uno de los bailes peruanos más emblemáticos. Es una danza criolla que tomó cosas de todas partes, tuvo cambios de nombre... y para ser sincero, a mi me gusta mucho cuando la saben bailar pero bien, es muy contagiante, y cuando estás con tragos en reunión familiar o entre tus patas es cuando proyectas lo alucinante que puede ser.
Algo quiso que Trujillo fuese la ciudad que más se identificara con ella, y así en los 60s gente posh trujillana comenzó a realizar un concurso de parejas que poco a poco fue creciendo, hasta llegar al monstruo que es hoy.
Lo interesante es ver como todo este concurso muestra la manera en que la aristocracia (¿?) norteña maneja las cosas. Para comenzar, la gente del Club Libertad elegía (a dedo) una reina que presida el festival, garbosa señorita a la que por lo general se le conocía por lo menos de dos generaciones arriba. Demás está decir que la niña en cuestión era muy guapa, y demás está decir que mi madre fue reina allá en los sesentas, cuando el mundo era mundo. Hablaba en pasado, porque hace unos años, todo esto medio que empezó a cambiar, y este año ví a la reina y no se que pasó pero the help en mi casa está mejor. Y no es trujillana. Sí, el mundo está al revés. Ahora sólo basta que tengan plata y compren gente por ahí, piensan que así van a *subir*.
Bueno, el festival ahora es muy grande, viene gente de todas partes a bailar, hay miles de cosas, las finales del concurso son en el coliseo de Trujillo, en fin, gran espectáculo para the people. Y está el concurso, y están las fiestas. Y una cosa financia la otra.
Bueno, lo interesante de La Marinera es que a pesar que es algo tan grande, las fiestas siguen como que cerradas a un grupito de gente, y como que esa gente nunca entra al concurso.
Un grupito de mierda por supuesto, pero es chistoso ver como toda la trujillanada dispersa por todo el mundo regresa en esos días, va a la playa, es lo más posera del mundo.
(Yo era así, fuck.)
Y bueno, escribo esto porque todos mis amigos están en Trujillo ahora, en la Fiesta del Perol, la de los viernes, bailando la camisa negra pero con camisas blancas, porque sí, es un all white party. En la foto estoy con una de mis mejores amigas en la fiesta del año pasado. El Perol es enorme, es dónde por única vez en el año vas a ver a todos los amigos que nunca ves, en la que todo el mundo está feliz chupándose todo lo que puede, levantando, oprimiéndose más.
Y extraño eso, no sé por qué, porque si ahora estuviera ahí odiaría la música, la gente, la hipocresía. Y me pongo triste porque hablo con mis amigos y todos se fueron a la fiesta y yo me voy, pero a la mierda.
Crecí así, en ese mundo, que le voy a hacer, y a veces lo extraño mucho.