Time of our Lives

Hoy en las Lagunas, en casa de los mejores amigos de mis papás (ella es mi madrina y su hijo menor es el mejor amigo de mi hermano mayor) estuvimos tomando unos tragos y disfrutando unos quesos geniales con dos de sus hijas treintonas y con varias parejas de amigos de ellos. La pasé genial, los viejos me contaron varias anéctodas de mis viejos que no conocí­a, de tiempos en los que yo no era nada y no estaba siquiera planificado. En realidad nunca lo estuve, me tuvieron a los 39 y 47, pero esa es otra historia.
Pero C, la treintona mayor, me hizo cagar de risa.
En un par de horas hablé con alguien a quien se le ha quemado el departamento hace tres semanas. Vive en un quinto piso, con el marido y dos hijos. El fuego se inició al lado del baño de la sala, en una lámpara. Esto es lo que hizo para tratar de apagar el incendio:
1. Llamó a todo el mundo por teléfono, hasta a su suegra, pero nunca a los bomberos.
2. Sopló.
3. Trató de frenarlo dándole golpes con su almohada... de plumas.
4. Buscaba {unicamete el extintor de fuegos que nunca habí­a comprado pero que debí­a estar en la cocina porque eso es lo único que apaga un incendio.
5. El agua y las toallas mojadas del baño de al lado no serví­an, sólo el extintor que no tení­an.
Al final sus grandes esfuerzos por mitigarlo fueron inútiles, por qué será digo yo, y lógicamente alguien en el edificio llamó a los bomberos y éstos se aparecieron a los 40 minutos, cuando ya todo el mundo en el edificio puteaba y pensaba en y ahora qué carajo hago con mi vida entera quemada por la culpa de estos subnormales.
Llegaron los bomberos, tiraron con acha toda puerta a pesar que todas estaban abiertas, echaron por la ventana colchones, dvds y teles y demases, a pesar que el fuego estaba localizado sólo en la sala. Rompieron las cañerí­as del edificio e indundaron el departamento del primer piso.
Pero salvaron al perro.
También me dijo cosas super profundas, como de dónde viene el miedo a expresarnos frente a un auditorio.
"Pucha porque cuando fuimos primitivos y los hombres andaban por los árboles, en algún momento se les acabó la comida allá en las copas y tuvieron que bajar a buscarla, pero estaban los carní­voros ahí­ abajo, osea y entonces ellos como antes estaban en su nube y ahora tení­an que bajar se enfrentaban a la muerte en el mundo terrenal, manyas, entonces por la evolución de millones de años se nos ha quedado como un sentimiento primitivo primario el tenerle pánico al hablar frente a mucha gente porque en el subconsciente pensamos que salimos de nuestra nube para que los carní­voros nos maten."
Y se mandó con cosas así­ toda la noche.
Y yo me cagué de risa toda la noche y le seguí­ el juego.
Las limeñas son geniales, no hay duda, siempre te van a hacer reí­r.