9.06.2005
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LONDRES [EL COMERCIO/AGENCIAS]. Una historia fascinante ha sido desenterrada de los archivos de la inteligencia británica. Unos 61 años después de haberse realizado el desembarco en NormandÃa, acción militar que permitió la caÃda de la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, se reveló el papel fundamental de una espÃa peruana en el mencionado hecho histórico.
Elvira Concepción Josefina Chaudoir era el seudónimo de la peruana que, según los documentos, fue una de las más atractivas espÃas de la Segunda Guerra Mundial que realizó tareas de contraespionaje al trabajar para el Reino Unido y Alemania.
La beldad, que era hija de un diplomático peruano, logró desviar una división nazi de 15.000 hombres, el dÃa del desembarco de las tropas aliadas en NormandÃa. Chaudoir hizo creer a los nazis que la histórica operación de los aliados tendrÃa lugar en el Golfo de Vizcaya, al sur de Francia.
Los documentos no muestran imágenes de la peruana, pero la describen como una figura impactante y sorprendente, cuyo supremo objetivo en la vida parece haber sido divertirse.
"Elvira Concepción Josefina Chaudoir no es su nombre verdadero, sino su seudónimo", precisó Howard Davies, experto de los Archivos Nacionales británico, explicando que la legislación británica no permite revelar la identidad de las personas si ellas mismas no la han divulgado.
"Era hija de un encargado de negocios peruano destacado ante el Gobierno de Vichy, que fue reclutada primero por los británicos y luego por la inteligencia nazi", explicó Davies, que calificó esta historia de turbulenta.
"En un viaje a Francia en 1942 que tenÃa el aparente objetivo de visitar a sus padres (en realidad encubrÃa una misión para el MI6, los servicios de inteligencia británicos en el extranjero), Chaudoir fue contactada por los nazis, para que trabajara con ellos en labores de inteligencia en Londres.
En Francia, la peruana fue presentada a uno de los agentes del mariscal alemán Hermann Goering, conocido solo por el nombre de Biel, de quien se hizo 'amiga personal' y que le ofreció cien libras al mes a cambio de que le proporcionara informaciones secretas económicas y polÃticas sobre el Reino Unido.
Tras regresar a Londres, los servicios británicos de contraespionaje, el MI5, le asignaron tareas como doble agente bajo el nombre cifrado de Bronx, para que enviara informaciones falsas a su contacto alemán, Biel.
Chaudoir no tenÃa ninguna lealtad, ni al régimen nazi ni al Reino Unido, explicó el experto. Su principal lealtad era divertirse, pasarla bien. Y, claro, también el dinero, subrayó.
A Chaudoir le gustaban las fiestas, jugar póker y apostar, por lo que incurrÃa en fuertes deudas. Los documentos divulgados describen a la peruana como una miembro tÃpico de la gente frÃvola de Londres.
En un telegrama enviado en mayo de 1944 a un banco español, la peruana pedÃa el envÃo de 50 libras a su dentista en Londres. Este telegrama era un mensaje en código, que Chaudoir sabÃa que serÃa pasado a los alemanes y significaba que el desembarco serÃa en Vizcaya.
Fue gracias a eso que el 6 de junio de 1944, el dÃa del desembarco en NormandÃa, la división Das Reich se hallaba cerca de la región de Burdeos y no en NormandÃa, lo que habrÃa podido ser desastroso para las fuerzas aliadas, indican los documentos.
Después de la guerra, la espÃa se trasladó a un pequeño pueblo al sur de Francia, donde residió anónimamente, contó Davies, al relatar la crónica de esta desconocida belleza peruana que contribuyó al éxito de la invasión aliada.
Elvira Concepción Josefina Chaudoir era el seudónimo de la peruana que, según los documentos, fue una de las más atractivas espÃas de la Segunda Guerra Mundial que realizó tareas de contraespionaje al trabajar para el Reino Unido y Alemania.
La beldad, que era hija de un diplomático peruano, logró desviar una división nazi de 15.000 hombres, el dÃa del desembarco de las tropas aliadas en NormandÃa. Chaudoir hizo creer a los nazis que la histórica operación de los aliados tendrÃa lugar en el Golfo de Vizcaya, al sur de Francia.
Los documentos no muestran imágenes de la peruana, pero la describen como una figura impactante y sorprendente, cuyo supremo objetivo en la vida parece haber sido divertirse.
"Elvira Concepción Josefina Chaudoir no es su nombre verdadero, sino su seudónimo", precisó Howard Davies, experto de los Archivos Nacionales británico, explicando que la legislación británica no permite revelar la identidad de las personas si ellas mismas no la han divulgado.
"Era hija de un encargado de negocios peruano destacado ante el Gobierno de Vichy, que fue reclutada primero por los británicos y luego por la inteligencia nazi", explicó Davies, que calificó esta historia de turbulenta.
"En un viaje a Francia en 1942 que tenÃa el aparente objetivo de visitar a sus padres (en realidad encubrÃa una misión para el MI6, los servicios de inteligencia británicos en el extranjero), Chaudoir fue contactada por los nazis, para que trabajara con ellos en labores de inteligencia en Londres.
En Francia, la peruana fue presentada a uno de los agentes del mariscal alemán Hermann Goering, conocido solo por el nombre de Biel, de quien se hizo 'amiga personal' y que le ofreció cien libras al mes a cambio de que le proporcionara informaciones secretas económicas y polÃticas sobre el Reino Unido.
Tras regresar a Londres, los servicios británicos de contraespionaje, el MI5, le asignaron tareas como doble agente bajo el nombre cifrado de Bronx, para que enviara informaciones falsas a su contacto alemán, Biel.
Chaudoir no tenÃa ninguna lealtad, ni al régimen nazi ni al Reino Unido, explicó el experto. Su principal lealtad era divertirse, pasarla bien. Y, claro, también el dinero, subrayó.
A Chaudoir le gustaban las fiestas, jugar póker y apostar, por lo que incurrÃa en fuertes deudas. Los documentos divulgados describen a la peruana como una miembro tÃpico de la gente frÃvola de Londres.
En un telegrama enviado en mayo de 1944 a un banco español, la peruana pedÃa el envÃo de 50 libras a su dentista en Londres. Este telegrama era un mensaje en código, que Chaudoir sabÃa que serÃa pasado a los alemanes y significaba que el desembarco serÃa en Vizcaya.
Fue gracias a eso que el 6 de junio de 1944, el dÃa del desembarco en NormandÃa, la división Das Reich se hallaba cerca de la región de Burdeos y no en NormandÃa, lo que habrÃa podido ser desastroso para las fuerzas aliadas, indican los documentos.
Después de la guerra, la espÃa se trasladó a un pequeño pueblo al sur de Francia, donde residió anónimamente, contó Davies, al relatar la crónica de esta desconocida belleza peruana que contribuyó al éxito de la invasión aliada.
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